"Un hotel para vivir en armonía con los ritmos propios, donde el tiempo no marca nada, solo probar a sentirlo, donde el espacio puede ser ignorado."
Esta es la filosofía que rige el modus vivendi del Hotel Viento de Córdoba.
Cuando Gerardo encontró esta casa allá por el 2005, se enamoró de ella, fue amor a 1ª vista. Tras varios años de papeleos y obras, hizo realidad su sueño, crear un hotel donde te sintieras como en casa, un lugar donde descansar, donde no sentirte un "turista", un lugar donde te sintieras único. Y vaya si lo consiguió.
El patio interior, tan característico de las casas cordobesas, es el centro del hotel. Mantiene ese tono mozárabe gracias a que conservaron y restauraron los arcos que encontraron durante la obra de rehabilitación.
Las habitaciones son sencillas, sin estridencias. El blanco de las paredes aporta luminosidad y frescura, recordando a las típicas casas andaluzas en las que se encalaban las casas cuando llegaba el día de la Virgen.
Para relajarse después de un día intenso visitando la maravillosa ciudad de Córdoba, que mejor que un jacuzzi y una sauna....
El cemento pulido y ese azul tan característico de Marruecos, te transportan a los cuentos de las Mil y una noches.
Y para terminar, ¿qué os parece este solarium disfrutando de las vistas de la ciudad?
Estoy deseando volver a Córdoba para ir a conocerlo.
No dejéis de visitar su página, allí podréis ver todo el proceso de rehabilitación.
Fotos: Hotel Viento
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